¿Por qué todo el mundo habla de #elearning?
Hace unos días estuve en un webinar donde un señor inversor y unos señores que, supongo, habrán recibido su inversión, hablaban de cómo la formación presencial ya nunca más será y adulaban las bondades de algo parecido al #elearning. Dijeron algo que, al escucharlo, me indignó tanto que lo abandoné: “uno de los nichos de negocios será el #elearning (hablaban de videoconferencias, así está el tema) a medida”….
Pues vaya… llevo 20 años haciendo #elearning a medida, formándome en nuevos modelos pedagógicos, en nuevas herramientas pedagógicas, en como crear nuevas experiencias de aprendizaje online para mantener satisfechos a mis clientes, incluso aconsejando a alguna empresa de mi competencia y ningún inversor se ha interesado por mi trabajo o me ha preguntado si el e-learning es un buen nicho. Será que no hablamos de aprendizaje sino de explotar una oportunidad mediática.
Intuyo, o quizá sea mi visión, que hay un peligro en ciernes, del tipo “Winter is coming”, en lo que a formación corporativa se refiere: creer que una videoconferencia con un powerpoint compartido en pantalla, sin estructura didáctica ni diseño es el nuevo paradigma de aprendizaje online.
No estoy diciendo con esto, que una videoconferencia no sea un buen modelo de aprendizaje. Una videoconferencia puede ser muy enriquecedora en cuanto a aprendizaje si se utiliza correctamente y no durante 5 o 6 horas seguidas en la que reclamas la atención del alumno. A los 10 minutos, lo más probable, es que pases a segundo plano. Como sucede en la mayoría de metodologías de formación, pero aquí además, no puedo interactuar con el contenido, pausarlo, revisarlo, autoevaluarme, consultar y obtener respuestas directas…
Pensar que con la videoconferencia ya tendremos el sustituto de la formación presencial es un claro error. El marketing y los gurús de turno harán milagros y venderán cursos enlatados y videoconferencias, aunque sea un error metodológicamente y deje usuarios confusos y engañados por las luces vacías de contenido. Un error para el ecosistema, que comenzaba a construirse un camino propio con iniciativas que SÍ que aportan valor como Genially, ABA English o Edpuzzle. Pero es mejor vender destellos que construir conocimiento.
Por eso es tan importante pensar en que la transmisión del conocimiento a través de entornos digitales (e-learning), ha de tener muy en cuenta el diseño instruccional, el diseño gráfico, la didáctica y otros muchos elementos.
La importancia de un buen diseño instruccional
El primer paso en cualquier tipo de aprendizaje, es que el formador o diseñador de la experiencia formativa, haga un buen trabajo en cuanto a diseño instruccional, es decir, que se pregunte qué, para qué, cómo, cuándo, dónde, para quién… y a partir de ahí, trabaje el contenido acorde a la metodología que va a implementar.
Y este trabajo es, simplemente, esencial, sino, pasa lo que pasa:
La “Docencia Virtual” resumida en 10 segundos: pic.twitter.com/5si4zPIRDO
— z🦋 (@itszzzeta) April 23, 2020
Un buen diseño instruccional te acerca al éxito y a conseguir los objetivos pedagógicos para que los alumnos adquieran el conocimiento de una manera óptima, eficaz y adecuada.
Un excelente diseño instruccional será capaz de hacerte ver que, quizá, debas usar distintas herramientas y recursos para que los contenidos que quieres transmitir se conviertan en una gran experiencia de aprendizaje.
Un óptimo y eficaz diseño instruccional te aleja de la improvisación.
La importancia de un buen diseño gráfico
Ligada íntimamente al diseño instruccional. Y aquí se une usabilidad.
Todos los recursos que utilicemos deben estar bien diseñados, a todos los niveles. Sea un ppt, un pdf, un vídeo o un interactivo (porque has entendido que en la pantalla se pueden hacer interactivos). El diseño gráfico y la usabilidad del mismo nos permite acercarnos al alumno y facilitarle el aprendizaje. Debemos conocer todos los recursos que podemos emplear en nuestra formación, hacer uso de ellos y diseñarlos activamente para que la experiencia de aprendizaje sea, como mínimo, interesante y nos acerque a lo sublime.
Es bueno recordar que no todos sabemos ni de diseño gráfico ni de usabilidad y que hay profesionales que se dedican a ello. No tienes licencia para hacer lo que buenamente puedas, tienes licencia para hacerlo bien.
Por ponerte un ejemplo: Olvida la Comic Sans mezclada con otras fuentes de una vez, olvídate de bajarte imágenes de internet y colocarlas con un efecto reflejo tipo Apple hace 15 años y reconoce que las cosas alineadas y distribuidas correctamente por el espacio de trabajo que nos ofrece la pantalla es esencial.
Llegados a este punto… ¿qué hacemos?
Algunos apuntes que nos pueden ayudar.
¿Qué estrategias puedo desarrollar?
- Implicación activa del alumno: no pretendas que un usuario esté 4 horas escuchándote y tomando apuntes. Para conseguir una experiencia óptima de aprendizaje online debemos apuntar hacia la implicación del alumno en el aprendizaje, y ahí sí que la videoconferencia es un activo esencial, pues nos permite interactuar y compartir dudas, que son el alma de cualquier aprendizaje. Pero siempre es mejor una videoconferencia de 20 minutos y directos al grano que una videoconferencia de 2 horas donde pretendas que la atención del alumno se dirija a tí durante ese tiempo. Simplemente, no lo vas a conseguir.
- Aprendizaje centrado en la actividad: en este punto, entender que hay “creadores de historias” y “virtualizadores de historias” te ayudará a centrar y optimizar el contenido y el aprendizaje. Nunca será lo mismo que hacer un team building, pero con las herramientas interactivas actuales, podemos crear dinámicas gamificadas basadas en storytellings que ayudan al experto a centrar su aprendizaje en la actividad y nos permiten recrear, en cierta manera, aspectos relevantes de ese aprendizaje mediante complejos sistemas de interacción y variables invisibles para el alumno, pero que permiten que éste tome decisiones.
- Aprendizaje en colaboración: si colaboramos, aprendemos. Y podemos colaborar si somos capaces de programar foros o chats en directo para comentar cualquier aspecto del aprendizaje que estamos impartiendo.
- Convertirse en un facilitador de procesos de aprendizaje: quizá el punto clave. Ya no eres un profesor, o un consultor… ahora debes transformarte en un facilitador de procesos de aprendizaje. La metodología presencial implica aspectos pedagógicos y nos da oportunidades. La metodología online también. No las mismas y posiblemente no las más adecuadas para según qué contenidos, pero hay que trabajar con ellas.
Si algo debemos aprender de la era Post-Covid-19 es que siguen habiendo oportunidades, sigue existiendo la necesidad de aprender, sigue siendo indispensable transformar y transformarnos.
¿Cómo puedo conseguirlo?
Quizá una opción sea acudir a los muchos profesionales que hace años que nos dedicamos al #elearning. Quizá la opción más lógica sea colaborar entre expertos en contenidos y expertos en lo digital y dejarte aconsejar sobre qué herramientas o qué diseños instruccionales te ayudarán a enfocar de una manera óptima tu formación.
- Compartir un ppt o enviar un pdf no es una dinámica de interacción activa. Interactuar, en esta nueva época, implica al alumno, al experto y al material y recursos. Todo pasa a ser un elemento, digamos, empaquetado.
- Apostando por un aprendizaje significativo y reflexivo. Como pista, en el online no es preciso que todo lo que dices en una presencial esté. Tienes infinidad de recursos para saber qué y cómo decir las cosas y cómo transmitirlas y en qué momento. Y tienes la oportunidad de descubrir metodologías como el microlearning, como la gamificación, como los moocs. Si no sabes dónde encontrarlos, pónte en contacto con nosotros y te orientaremos. Te podemos enseñar lo que hacemos para nuestros clientes (aquí puedes ver algunos casos de éxito) y te podemos mostrar los cursos de Soft Skills en formato microlearning. Y si nosotros no somos capaces de cubrir tus necesidades, te pondremos en contacto con empresas que sí lo serán.
- Orientando la formación hacia el resultado con un enfoque en el proceso didáctico. Una vez más, el diseño instruccional nos ayudará a conseguir este enfoque.
- Conocer recursos, herramientas, entorno… para lograr un aprendizaje integral y una experiencia de aprendizaje excelente.
- Despertar la curiosidad, la creatividad y la imaginación (del formador y del alumno). Busca entre tus clientes nuevas experiencias, bucea por internet, deja volar tu imaginación e intenta crear elementos capaces de sorprender al alumno. Este proceso implica horas, preparación y todo lo que se aleje a la improvisación. Como pista: ¿te has planteado que tras tu videoconferencia puedes “apalancar” el conocimiento creando retos gamificados desde el móvil? No pretendo que seas como Sheila Blanco, pero por ahí van los tiros cuando hablamos de curiosidad, creatividad e imaginación:
- Perder el miedo a todo lo digital. Si hemos sido capaces en 3 días adaptarnos al confinamiento y a utilizar herramientas digitales que ni conocíamos, no seas miedos@ y da una oportunidad a las pantallas.
Conclusión.
Todo el mundo está cambiando. Todos estamos cambiando. Y la forma de aprender también.
Quizá, el éxito de un buen tránsito en estos tiempos convulsos será escuchar a los que llevamos años respirando e-learning. Nosotros somos los que entendemos lo que necesitan los profesionales hoy en día y enfocamos nuestros esfuerzos en mejorar la calidad del aprendizaje. Y nuestro trabajo en proponer las mejores experiencias formativas para que quienes quieran, puedan ser responsables de su aprendizaje. Un aprendizaje efectivo, libre de destellos.
Por ahí creo que irá el camino para dejar atrás este “Winter is coming”.
PD: Si queréis conocer más sobre Startups que quieren revolucionar el modelo pedagógico, os invitamos a consultar el listado de Startups que han hecho desde nuestros compañeros de Snackson.
¿Por qué todo el mundo habla de #elearning?
Hace unos días estuve en un webinar donde un señor inversor y unos señores que, supongo, habrán recibido su inversión, hablaban de cómo la formación presencial ya nunca más será y adulaban las bondades de algo parecido al #elearning. Dijeron algo que, al escucharlo, me indignó tanto que lo abandoné: “uno de los nichos de negocios será el #elearning (hablaban de videoconferencias, así está el tema) a medida”….
Pues vaya… llevo 20 años haciendo #elearning a medida, formándome en nuevos modelos pedagógicos, en nuevas herramientas pedagógicas, en como crear nuevas experiencias de aprendizaje online para mantener satisfechos a mis clientes, incluso aconsejando a alguna empresa de mi competencia y ningún inversor se ha interesado por mi trabajo o me ha preguntado si el e-learning es un buen nicho. Será que no hablamos de aprendizaje sino de explotar una oportunidad mediática.
Intuyo, o quizá sea mi visión, que hay un peligro en ciernes, del tipo “Winter is coming”, en lo que a formación corporativa se refiere: creer que una videoconferencia con un powerpoint compartido en pantalla, sin estructura didáctica ni diseño es el nuevo paradigma de aprendizaje online.
No estoy diciendo con esto, que una videoconferencia no sea un buen modelo de aprendizaje. Una videoconferencia puede ser muy enriquecedora en cuanto a aprendizaje si se utiliza correctamente y no durante 5 o 6 horas seguidas en la que reclamas la atención del alumno. A los 10 minutos, lo más probable, es que pases a segundo plano. Como sucede en la mayoría de metodologías de formación, pero aquí además, no puedo interactuar con el contenido, pausarlo, revisarlo, autoevaluarme, consultar y obtener respuestas directas…
Pensar que con la videoconferencia ya tendremos el sustituto de la formación presencial es un claro error. El marketing y los gurús de turno harán milagros y venderán cursos enlatados y videoconferencias, aunque sea un error metodológicamente y deje usuarios confusos y engañados por las luces vacías de contenido. Un error para el ecosistema, que comenzaba a construirse un camino propio con iniciativas que SÍ que aportan valor como Genially, ABA English o Edpuzzle. Pero es mejor vender destellos que construir conocimiento.
Por eso es tan importante pensar en que la transmisión del conocimiento a través de entornos digitales (e-learning), ha de tener muy en cuenta el diseño instruccional, el diseño gráfico, la didáctica y otros muchos elementos.
La importancia de un buen diseño instruccional
El primer paso en cualquier tipo de aprendizaje, es que el formador o diseñador de la experiencia formativa, haga un buen trabajo en cuanto a diseño instruccional, es decir, que se pregunte qué, para qué, cómo, cuándo, dónde, para quién… y a partir de ahí, trabaje el contenido acorde a la metodología que va a implementar.
Y este trabajo es, simplemente, esencial, sino, pasa lo que pasa:
La “Docencia Virtual” resumida en 10 segundos: pic.twitter.com/5si4zPIRDO
— z🦋 (@itszzzeta) April 23, 2020
Un buen diseño instruccional te acerca al éxito y a conseguir los objetivos pedagógicos para que los alumnos adquieran el conocimiento de una manera óptima, eficaz y adecuada.
Un excelente diseño instruccional será capaz de hacerte ver que, quizá, debas usar distintas herramientas y recursos para que los contenidos que quieres transmitir se conviertan en una gran experiencia de aprendizaje.
Un óptimo y eficaz diseño instruccional te aleja de la improvisación.
La importancia de un buen diseño gráfico
Ligada íntimamente al diseño instruccional. Y aquí se une usabilidad.
Todos los recursos que utilicemos deben estar bien diseñados, a todos los niveles. Sea un ppt, un pdf, un vídeo o un interactivo (porque has entendido que en la pantalla se pueden hacer interactivos). El diseño gráfico y la usabilidad del mismo nos permite acercarnos al alumno y facilitarle el aprendizaje. Debemos conocer todos los recursos que podemos emplear en nuestra formación, hacer uso de ellos y diseñarlos activamente para que la experiencia de aprendizaje sea, como mínimo, interesante y nos acerque a lo sublime.
Es bueno recordar que no todos sabemos ni de diseño gráfico ni de usabilidad y que hay profesionales que se dedican a ello. No tienes licencia para hacer lo que buenamente puedas, tienes licencia para hacerlo bien.
Por ponerte un ejemplo: Olvida la Comic Sans mezclada con otras fuentes de una vez, olvídate de bajarte imágenes de internet y colocarlas con un efecto reflejo tipo Apple hace 15 años y reconoce que las cosas alineadas y distribuidas correctamente por el espacio de trabajo que nos ofrece la pantalla es esencial.
Llegados a este punto… ¿qué hacemos?
Algunos apuntes que nos pueden ayudar.
¿Qué estrategias puedo desarrollar?
- Implicación activa del alumno: no pretendas que un usuario esté 4 horas escuchándote y tomando apuntes. Para conseguir una experiencia óptima de aprendizaje online debemos apuntar hacia la implicación del alumno en el aprendizaje, y ahí sí que la videoconferencia es un activo esencial, pues nos permite interactuar y compartir dudas, que son el alma de cualquier aprendizaje. Pero siempre es mejor una videoconferencia de 20 minutos y directos al grano que una videoconferencia de 2 horas donde pretendas que la atención del alumno se dirija a tí durante ese tiempo. Simplemente, no lo vas a conseguir.
- Aprendizaje centrado en la actividad: en este punto, entender que hay “creadores de historias” y “virtualizadores de historias” te ayudará a centrar y optimizar el contenido y el aprendizaje. Nunca será lo mismo que hacer un team building, pero con las herramientas interactivas actuales, podemos crear dinámicas gamificadas basadas en storytellings que ayudan al experto a centrar su aprendizaje en la actividad y nos permiten recrear, en cierta manera, aspectos relevantes de ese aprendizaje mediante complejos sistemas de interacción y variables invisibles para el alumno, pero que permiten que éste tome decisiones.
- Aprendizaje en colaboración: si colaboramos, aprendemos. Y podemos colaborar si somos capaces de programar foros o chats en directo para comentar cualquier aspecto del aprendizaje que estamos impartiendo.
- Convertirse en un facilitador de procesos de aprendizaje: quizá el punto clave. Ya no eres un profesor, o un consultor… ahora debes transformarte en un facilitador de procesos de aprendizaje. La metodología presencial implica aspectos pedagógicos y nos da oportunidades. La metodología online también. No las mismas y posiblemente no las más adecuadas para según qué contenidos, pero hay que trabajar con ellas.
Si algo debemos aprender de la era Post-Covid-19 es que siguen habiendo oportunidades, sigue existiendo la necesidad de aprender, sigue siendo indispensable transformar y transformarnos.
¿Cómo puedo conseguirlo?
Quizá una opción sea acudir a los muchos profesionales que hace años que nos dedicamos al #elearning. Quizá la opción más lógica sea colaborar entre expertos en contenidos y expertos en lo digital y dejarte aconsejar sobre qué herramientas o qué diseños instruccionales te ayudarán a enfocar de una manera óptima tu formación.
- Compartir un ppt o enviar un pdf no es una dinámica de interacción activa. Interactuar, en esta nueva época, implica al alumno, al experto y al material y recursos. Todo pasa a ser un elemento, digamos, empaquetado.
- Apostando por un aprendizaje significativo y reflexivo. Como pista, en el online no es preciso que todo lo que dices en una presencial esté. Tienes infinidad de recursos para saber qué y cómo decir las cosas y cómo transmitirlas y en qué momento. Y tienes la oportunidad de descubrir metodologías como el microlearning, como la gamificación, como los moocs. Si no sabes dónde encontrarlos, pónte en contacto con nosotros y te orientaremos. Te podemos enseñar lo que hacemos para nuestros clientes (aquí puedes ver algunos casos de éxito) y te podemos mostrar los cursos de Soft Skills en formato microlearning. Y si nosotros no somos capaces de cubrir tus necesidades, te pondremos en contacto con empresas que sí lo serán.
- Orientando la formación hacia el resultado con un enfoque en el proceso didáctico. Una vez más, el diseño instruccional nos ayudará a conseguir este enfoque.
- Conocer recursos, herramientas, entorno… para lograr un aprendizaje integral y una experiencia de aprendizaje excelente.
- Despertar la curiosidad, la creatividad y la imaginación (del formador y del alumno). Busca entre tus clientes nuevas experiencias, bucea por internet, deja volar tu imaginación e intenta crear elementos capaces de sorprender al alumno. Este proceso implica horas, preparación y todo lo que se aleje a la improvisación. Como pista: ¿te has planteado que tras tu videoconferencia puedes “apalancar” el conocimiento creando retos gamificados desde el móvil? No pretendo que seas como Sheila Blanco, pero por ahí van los tiros cuando hablamos de curiosidad, creatividad e imaginación:
- Perder el miedo a todo lo digital. Si hemos sido capaces en 3 días adaptarnos al confinamiento y a utilizar herramientas digitales que ni conocíamos, no seas miedos@ y da una oportunidad a las pantallas.
Conclusión.
Todo el mundo está cambiando. Todos estamos cambiando. Y la forma de aprender también.
Quizá, el éxito de un buen tránsito en estos tiempos convulsos será escuchar a los que llevamos años respirando e-learning. Nosotros somos los que entendemos lo que necesitan los profesionales hoy en día y enfocamos nuestros esfuerzos en mejorar la calidad del aprendizaje. Y nuestro trabajo en proponer las mejores experiencias formativas para que quienes quieran, puedan ser responsables de su aprendizaje. Un aprendizaje efectivo, libre de destellos.
Por ahí creo que irá el camino para dejar atrás este “Winter is coming”.
PD: Si queréis conocer más sobre Startups que quieren revolucionar el modelo pedagógico, os invitamos a consultar el listado de Startups que han hecho desde nuestros compañeros de Snackson.